Hay libros que no te dejan indiferente y este es uno
de ellos. “LAS “MENTIRAS”CIENTIFICAS
SOBRE LAS MUJERES” de S. Garcia y Eulalia Perez.
El titulo ya en sí me dio que
pensar, pero a medida que iba adentrándome en la lectura me daba cuenta de cuantas creencias,
teorías.. .Había interiorizado como mujer sin habérmelas cuestionado. Si unos
profesores ,científicos , médicos, farmacéuticos me habían dicho, después eso
sí , que se había demostrado “científicamente” que las mujeres no podían , no
estaban capacitadas, tenían ,o no tenían , necesitaban, eran o no eran…. No había nada
más que decir. ¡Era Así!. No se puede cuestionar el método científico, el
método que por definición es objetivo, que hay pruebas observables.
Pero resulta que la ciencia es una
ciencia a cuestionar, si: el observador es hombre, el que hace el
experimento tiene una hipótesis de partida sexista, si el científico es
subvencionado por una farmacéutica que quiere vender un producto, si el sujeto
a experimentar es un hombre y luego se generaliza a toda la población los
resultados, si las estadísticas están tomadas posteriormente a que las mujeres
hayan abandonado el experimento, si no se tienen en cuenta todas las variables
que están relacionadas con el resultado…….. La conclusión es siempre sesgada y la mayoría de veces en detrimento de
la mujer.
Durante muchos años nos habían hecho creer que estaba demostrado “científicamente
y con estadísticas” que existían diferencias innatas entre los hombre y las
mujeres . Pero comentan S. García y Eulalia Pérez que tiene más que ver con; la
cultura, lo aprendido , donde está el foco de atención en la investigación, que en variables exclusivamente genéticas, biológicas.
No hemos visto muchas mujeres famosas, ni científicas, ni biólogas, ni
historiadoras, literarias, …. ¿Por qué no han existido?, NO!. Porque han sido silencias,
ocultadas. Porque si hay dos nombres, y uno de ellos es de sexo masculino, la
mujer parece la “Ayudante” y no colaboradores de igual nivel, en otras
ocasiones se ve una sigla y un apellido y nuestra psique da por sentado que es
un hombre.
Es sorprendente que muchos
medicamentos y diagnósticos se han conseguido, observando y estudiando al
hombre, esto hace que no se puede saber
qué efectos puede tener en el sexo femenino. Durante años, las mujeres habían
sido excluidas de los ensayos clínicos. “Por ejemplo, el estudio de Murphy,
publicado en 1977, explicaban los beneficio de hacer una cirugía coronaria a
los hombre para pacientes con angina de pecho. No se estudió en las mujeres
porque consideraban que ella no tendría esta patología”
Da miedo leer que la producción farmacológica estimula la imaginación
patológica para cubrir un mercado de potenciales consumidores.
¿Quién no ha escuchado que existen hormonas sexuales, y que es una variable
muy diferenciadora entre hombre y mujeres? Este hallazgo se debe a la bióloga Fausto-Sterlimg
(2006) ha especializado el momento histórico en el que las hormonas empezaron a
tener el apellido de “sexuales”; estrógenos, andrógenos, testorenona… Pero no
interesante que no son específicas de cada sexo, ni sólo desempeñan funciones
sexuales.
Yo he estudiado psicología , siempre se ha dicho que es la otra cara de la
ciencia, ya que no se podía demostrar “de una forma objetiva” muchos de los
aspectos con los que trabajábamos.
Aunque tengo que decir que no necesito a ningún método científico para
saber que una persona ha cambiado desde que empezó su proceso de terapia y
cuando le propongo el alta, Por su forma de narrar el mundo, de percibirlo, de
gestionar sus emociones, su forma de hablarse a sí mismo y a las otras personas
y sus conductas.
Este libro me ha encantado por cuestionar aspectos tan “incuestionables”.
Muy recomendable
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