Ves una persona y en
unos segundos te has creado una etiqueta; es un machista, es agresiva, es una
borde, es débil….
Las etiquetas son muy económicas, ya que no hay que dedicar tiempo,
te ahorras esfuerzo y una palabra tiene asociada toda una definió, ya “sabes” cómo has de actuar. Quizá en algún
momento de tu historia alguien se parecía en algún aspecto, o detalle a la
nueva persona, pero eso es lo único que pueden tener en común.
Pero las etiquetas al
final no son tan útiles; nos impiden conocer a alguien que podría ser muy
interesante, nos ponen en modo “peligro”, pueden provocar más violencia o
indiferencia al despersonalizar.
hice otra entrada dando otros matices sobre el tema. si quieres leerlos sigue el siguiente enlace
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