La familia es un sistema vivo, abierto y dinámico, el
momento del ciclo vital por el que pasa el
sistema familiar puede provocar una crisis, y nuevas readaptaciones. Cada
fase plantea un movimiento diferente para intentar mantener la
homeostasis. Y la sexualidad se viva de forma diferente en
cada una de estas fases y cómo se cuida este aspecto de la pareja.
Cada nuevo cambio supone una posible crisis, cubrir
nuevas necesidades y nuevas tareas, en la que es necesario adaptarse. Es
renovar el contrato de la relación cada cierto tiempo. En todas las fases es
necesario buscar momentos de pareja, de intimidad para que se siga manteniendo
una relación apetecible tanto a nivel de pareja como sexual.
A) LA PAREJA INICIO: puede aparecer la
pareja ser desde la amistad (vas conociendo a la persona y te gusta como es y
poco a poco aparece el amor) o desde el enamoramiento (flechazo. El conocerse
vendrá después). Es una época de descubrimiento del otro. Hay una actitud
positiva. De apertura. De encontrar el equilibrio entre “yo”, “tú” y
“nosotros”. Pero esto es difícil ya que hay una especie de obsesión por estar
con el otro, disminuye la atención en las tareas. Muchas veces se olvida la
parte individual. Esta etapa dura una temporada poco a poco las aguas se
relajan.
A nivel sexual la mayoría de veces hay
pasión. No es necesario mucho juego para que llegue la excitación. Es época de descubrir al otro y cuando hay más
confianza se va probando cosas nuevas. Las relaciones se realizan cuando se
puede. (coche, hoteles..)
B) LA PAREJA CONVIVIENDO. Ésta plantea renovar las pautas de
interacción que tienen que ver con la negociación
de las reglas que cada uno trae de las familias de origen (cada uno viene
con su maleta, que además de ropa, hay valores, expectativas, creencias, costumbres, formas de comunicación… que hay que ver qué cosas y aspectos son
útiles en la nueva casa, qué hay que
renovar y qué se tendrá que cambiar). Podríamos decir que aparece un tercero en
la ecuación: LA CASA la cual tiene identidad propia. La tarea consiste en
crear y mantener límites respetuosos para permitir el crecimiento de una relación
intima de pareja, pero que la persona pueda también seguir haciéndolo (YO, TU, NOSOTROS). A nivel sexual hay un
punto de relajación ya que la posibilidad de tener relaciones sexuales es
mayor, ya no es necesario buscar el momento. Y más oportunidades de poder
incorporar variedades a las relaciones sexuales.
c) LA FAMILIA CON HIJOS PEQUEÑOS. el nacimiento del
primer hijo crea un subsistema nuevo: el parental y el filial. Y para la pareja
aparece una nueva entidad (YO; TU; PAREJA y PADRES). Ahora aparecen nuevas tareas que será necesario e indispensable
negociar y revalorizar las reglas; la
división del tiempo, de las tareas… . Cuando el hijo empieza a
caminar y a hablar, los padres deben aprender
también a encontrar el equilibrio entre proteger y dar oportunidad a la
autonomía del niño. Y si nace otro
hijo es necesario modificar algunos aspectos de las pautas de interacción. El
sistema se hace más complejo pero también más rico; aparece el sistema fraterno.
SEXUALMENTE pueden
haber menos ganas (mas cansancio y
menos pasion) o menos posibilidades (parece que los bebes
y los niños pequeños tengan radares que dificultan los momentos de acercamiento
o sexualidad ente la pareja). La sexualidad está condicionada a los ritmos de
los hijos. ¿Son ellos los que deciden cuando los padres podrán tener sexo?. Si se está dando el pecho la salida de leche mientras
se tiene relaciones sexuales puede afectar y hacer disminuir la libido a uno de
los dos o a ambos. Desde el inicio de
esta nueva aventura de ser padres es muy importante mantener y cuidar los
momentos de pareja (por ejemplo buscar un
canguro un día o una noche de vez en cuando para que haya momentos sólo de
pareja, y si no es posible contar con un canguro se puede potenciar la
imaginación y crear esa velada especial una vez se han dormido los peques)
C) LA FAMILIA CON HIJOS EN EDAD ESCOLAR. En la familia aparece un nuevo reto y es que el sistema de amplia, aparece el
colegio, tal vez mas organizado y de
gran importancia. La familia debe elaborar nuevas reglas ante los deberes escolares, estudios, relación del
hijo con otros iguales. Es necesario
otra vez buscar el equilibrio entre las tareas escolares, el ocio, tareas
domesticas….
En este tiempo como en
el anterior es muy importante practicar la negociación entre todos los
miembros, expresión de afecto, potenciar la autonomía…
Sobre el tema de la sexualidad. Es muy recomendable expresarse muestras de afecto entre la pareja tanto en solitario como delante de los hijos, ya que la observación
es el primer paso para la imitación. Aparecen
preguntas sexuales, o que el hijo enganche
en alguna ocasión a sus padres teniendo relaciones. Como en la etapa anterior es importante
potenciar y practicar momentos de pareja, el día a día pasa muy rápido y es necesario invertir algo más
de energía para que siga viva y no aburrida la vida sexual.
D) LA FAMILIA CON HIJOS ADOLESCENTES. Aparecen los amigos, los Iguales, teniendo
mucho poder en el hijo (vestimenta, valores, ocio, sexo, drogas…). EL
adolescente está en un momento que
tendrá que lidiar ente la individualidad y la pertenencia a una familia
(que en ocasiones podrá ser conflictivo). Aprender y practicar la
negociación coge un peso muy fuerte. Se añade a la complejidad de la ecuación
que los padres quizá estén viviendo su crisis personal de mediana edad.
PARA LA PAREJA A NIVEL SEXUAL Aquí hay un doble
trabajo, ya que hay que vivir con la sexualidad de los hijos y la propia.
La calidad de la relación dependerá de cómo se ha ido trabajando e cuidando
hasta este momento. Si la creatividad es necesaria siempre en este punto
también, ya que la pareja ya lleva años de relación y pueden haber sido sucumbidos
por la temible rutina.
E) LA FAMILIA CON HIJOS ADULTOS. Posible aparición de parejas de los hijos. Se amplía el sistema
y las formas de relación.
F) LA PAREJA SOLA NUEVAMENTE. Los hijos se emancipan, este periodo al inicio se puede vivir como
una perdida (conocido como síndrome
del nido vacío). Hay un reencuentro con
la pareja y con uno mismo. La vivencia de esta etapa dependerá de cómo la persona y la relación de
pareja se han cuidado durante todo el proceso. Los años pueden haber pasado factura a la
sexualidad si no se ha invertido energía en ella. A veces en esta etapa se suman variables que
pueden afectar en estado de ánimo y que
repercutirá también en la sexualidad (como es la jubilación, menopausia, la salud, la edad, cuidar de los padres ,,,)
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